El año pasado me contactó Brian Reid (limnólogo residente del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia-CIEP) para solicitar algunas ilustraciones de especies que viven en los lagos y lagunas de la región. Él estaba ejecutando un proyecto del Fondo de Protección Ambiental (FPA), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, titulado “Lagos como centinelas de cambio climático: primera red de monitoreo de alta frecuencia de medición en lagos del Sur de Chile (39-46ºS)”.
Mientras nos tomábamos un café, yo le expliqué entre inglés y castellano, que tenía armada una idea de taller que nos podría permitir que fuesen niños, niñas y jóvenes de Coyhaique (y sus alrededores) los autores de dichas ilustraciones. Le transmití que podría ser muy interesante que ellos experimentaran en terreno lo que es ser un@ científic@ naturalista como él. Las lagunas podrían volverse fuente de observación e inspiración artística, además de presentar una nueva forma de jugar mediante la exploración, dándole un nuevo sentido a una experiencia tan cotidiana de la Patagonia como lo es pasar un día en el lago. Luego de mi speech, me di cuenta que Brian era tan libre pensador como yo, se sonrió y apoyó la idea con entusiasmo mientras me pedía que organizase todo porque el se iba como por un mes a la Isla Madre de Dios. ¡Qué me han dicho!
Al mes ya estábamos ejecutando el primer taller de 5 jornadas en la Escuela de Valle Simpson, gracias al incondicional apoyo de Christhian Gallegos, su director. Con más de 10 niños de la localidad nos soñamos como pequeños naturalistas, visitamos el Lago Frío con cuadernos de campo, binoculares, lupas y mucho entusiasmo. Allí compartimos una mañana de exploración en la que pudimos analizar organismos vivos que no soñábamos que ahí existían, entendiendo sus ciclos y de qué manera se relacionaban unos con otros. Luego, en la sala de clases, aprendimos cómo determinar el color local, en qué fijarnos para dibujar proporcionalmente algo y especialmente a pasarlo bien ilustrando.
“En este taller nos enteramos de muchas cosas, ha sido muy bueno. Yo dibujé un colegial hembra, que se ve mucho acá en el lago Frío. Se ve el águila, el cóndor, otro pájaro que dibujaron las chicas, no sé cómo se llama. También sacamos unos bichitos del agua y los dibujamos. Los efemerópteros debajo de las piedras están pegados, y después salen del agua y se convierten en libélulas” (Max, 8 años).
A continuación trabajamos con un grupo de jóvenes de las ciudades de Coyhaique y Puerto Aysén, los que fueron convocados mediante RRSS, radio y contactos propios del CIEP. Nuestra convocatoria tuvo éxito y contamos con más de 12 entusiastas participantes de diferentes liceos. Esta vez realizamos primero sesiones teóricas acerca de la importancia de la ilustración en las ciencias, además de un primer acercamiento a la acuarela y sus características como material. Tuvimos la suerte de hacer estas clases en las dependencias del CIEP, lugar en el que los jóvenes pudieron ver de manera directa cómo trabajan en los laboratorios y oficinas los científicos de dicha institución. Nuevamente fuimos al Lago Frío y allí repetimos la experiencia de observar e ilustrar en terreno a especies de nuestra región, lo cual fue fundamental en la posterior ilustración de estas especies mediante el uso del sistema tradicional de ilustración científica, que fue todo un desafío.
Los resultados de este trabajo fueron presentados a modo de exhibición tanto en el Centro Cultural de Coyhaique como en la Escuela de Valle Simpson, además de ser parte de la publicación de nuestro amigo Brian Ried que está terminando su libro. Acá una breve nota de prensa: http://www.ciep.cl/prensa/?task=show&id=390