Una cadena de eventos sorpresivos, volcánicos y amorosos me permitieron llegar a la Estación Mapocho desde Coyhaique el miércoles 22 de Abril. Con mucha ilusión empaqué lo mejor que pude mis acuarelas naturalistas: cartones, cajas y plásticos fueron mi preocupación durante varios días. Terminé el empaque. Al embarcarme, unos chiquillos sin equipaje me dejaron cargarles mi sobre-equipaje, uy qué agradecida estaba en el aeropuerto de Balmaceda. Logré llevar en mi mano lo más delicado, los lindos marcos de lenga vidrio versus vidrio que había hecho Sergio Soto. Ya me sentía salvada cuando al momento de aterrizar en Puerto Montt hizo erupción el Calbuco. Terrorífico y majestuoso, su explosión humeante estuvo a punto de detener el viaje. Logramos despegar. Fuimos el último vuelo en zarpar.

Fueron días intensos por allá en la feria, pero me fue bien. Volví con las manos vacías luego de las ventas, trueques y regalos. Mis ballenas e insectos se esparcieron. Además otras están en proceso gracias al interés de los asistentes.

Esta ballena se fue rapidito.

Me reencontré con antiguas alumnas de telar.

 Esta marisopa se la quedó una mujer especial que está en proceso de transformación.

Esta foto del Calbuco la tomé al aterrizar en Puerto Montt.

La Esti mi visitó y fotografió en acción.Esta Franca Austral regordeta se quedó en Santi.
 Con este loquillo Cobo (Igual que mi Rous) hice un par de truekes.