Durante este invierno me escapé de la nieve patagona para aterrizar en las «tormentas» capitalinas, que también incluyeron un amanecer blanco. Uno de los objetivos de mi residencia temporal en Santi era poder compartir mi quehacer profesional con niños y niñas, teniendo esa idea me contacté con personas, instituciones y establecimientos educacionales motivados para poder compartir con sus comunidades.
En «Casa de Oficios» hice un taller gratuito de aves en el que tuvimos seudónimos de pájaros de nuestra ciudad (yo fui una Tenca); construimos nidos (¿Si fuese un ave urbana, qué materiales recolectaría para construir el hogar de mis pequeños?); leímos el precioso cuento tradicional «La Tenquita» (gracias a la recomendación de Tía Connie Mekis) y jugamos a hacer un collage del hábitat urbano de las aves de Santiago.
Junto con la editorial Santillana Infantil Juvenil visitamos el colegio «San Miguel Arcángel» de Las Condes, la sorpresa más grande fue para mi sobrina Lucía, quien estudia allí. Ella fue mi ayudante mostrando imágenes de Domeyko, Gay y Philippi a sus compañeros y compañeras de clase ¡Especial atención tuvo el huemul de Gay! Junto a un entusiasmado grupo dibujamos un cachudito basándonos en la descripción hecha en el libro «Exploradores Urbanos».
Finalmente, gracias a la gestión de Pamela Vergara de la increíble Fundación Belén Educa, visitamos 2 escuelas en una mañana. Por un lado, estuvimos con más de 40 niños del colegio «Arzobispo Crescente Errazuriz» de Puente Alto. Allí soñamos con los exploradores naturalistas y mediante claves descriptivas ilustramos nuevamente al amigo cachudito, todo lo anterior en una maravillosa biblioteca CRA ¡Bravo por sus encargadas!
Para cerrar este ciclo, conducimos hasta el colegio «Cardenal José María Caro» donde nuevamente nos esperaba una linda biblioteca llena de niños, niñas y profesoras. Repetimos la actividad, siempre con pequeños cambios debido al potencial de este nuevo grupo y terminamos la sesión con una gran foto grupal ¡Gracias!